Tu intuición no miente: cuando una relación empieza a deteriorarse, el cuerpo y el cerebro lo resienten. Estudios recientes en neurociencia han demostrado que el desamor activa las mismas regiones cerebrales que el dolor físico. Es decir, una ruptura o una discusión hiriente pueden sentirse como un puñetazo emocional real.
Investigadores como Ethan Cross han confirmado que, ante el rechazo amoroso, se activan la ínsula y la corteza cingulada anterior —las mismas zonas que reaccionan a una quemadura o un golpe. No es exageración: lo que sientes al ser ignorado o criticado constantemente, es dolor, y es real.
Señales de alerta en la relación
El psicólogo John Gottman identificó cuatro señales críticas que predicen una posible ruptura:
- Críticas destructivas frecuentes
- Desprecio o sarcasmo
- Actitudes defensivas constantes
- Evasión emocional
Estas actitudes no son solo conflictos “normales”. Son indicadores de que la amistad base de la pareja se está deteriorando. Si además se han perdido los planes a futuro y las conversaciones profundas, puede tratarse de un abandono emocional gradual.
El cuerpo también reacciona
Una ruptura o una relación que se desmorona genera síntomas físicos y químicos:
- Disminución de dopamina, serotonina y oxitocina
- Aumento de cortisol, la hormona del estrés
- Insomnio, baja concentración, ansiedad y hasta debilidad inmunológica
Todo esto forma parte de una “abstinencia emocional”. Tu cerebro está dejando de recibir esas dosis de afecto a las que estaba acostumbrado, y lo resiente.
¿Qué puedes hacer ante estos síntomas?
La psicoterapia basada en evidencia recomienda:
- Hablar con tu pareja cuando estén tranquilos
- Buscar apoyo profesional si la situación no mejora
- Reconstruir la amistad emocional
- Expresar tus emociones sin acusaciones
- Y si es necesario, aprender a soltar con respeto y cuidado
No ignores las señales. No normalices el dolor. Tu mente y tu cuerpo te están pidiendo acción.
¿Sientes que tu relación se está desgastando emocionalmente?
La psicoterapia de pareja puede ayudarles a identificar estos patrones, sanar heridas y reconstruir la conexión. Agenda una sesión y den juntos el primer paso hacia una relación más consciente y saludable.